domingo, 15 de julio de 2007
viernes, 13 de julio de 2007
CIRUELO
hiper-realismo fantástico
A medida que circulaba por la muestra que Ciruelo, El Señor de los Dragones, expuso en el Palais de Glace, mis impresiones fueron cambiando: ilustraciones de alta calidad, exquisito manejo del dibujo, conocimiento innato de la valoración, dominio de la teoría de los colores, hiper-realismo fantástico, creatividad.
Pero veamos, ¿quién es este artista que provoca tantas sensaciones?
Ciruelo Cabral nació en Buenos Aires, Argentina, el 20 de Julio de 1963. Entre los trece y los dieciocho años cursó diseño publicitario e ilustración. Luego trabajó en una agencia de publicidad hasta los veintiuno, cuando se convirtió en ilustrador independiente.
Desde 1987, Ciruelo y su esposa Daniela viven en Sitges, un pequeño pueblo a orillas del Mediterráneo, cerca de Barcelona, España. Desde allí, él inició su búsqueda de editores que le proporcionaran trabajos fantásticos y creativos. Los encontró en España, Inglaterra, Estados Unidos y Alemania; a través ellos llegó con su trabajo a las editoriales más importantes.
Cuando en 1990 publicó El mundo del Dragón —un libro dedicado por completo a esta mítica figura—, se consagró como uno de los dibujantes más conocido del estilo llamado Fantasy, estilo que encierra una estética de fantasía medieval sajona. Creó, con el lápiz y el color, un mundo de dragones, doncellas, hadas, guerreros, elfos. Sus dibujos ilustraron las cartas de Magic, los libros del cineasta George Lucas, tapas de discos como los de Luis Alberto Spinetta y Steve Vai, revistas, almanaques, y muchas de sus imágenes son usadas por los fanáticos del tatuaje.Actualmente Ciruelo está trabajando en la edición de Viajes, una compilación de dibujos y textos donde se vislumbran los más profundos pensamientos del artista.
En una entrevista, Ciruelo responde que la gente no considera los trabajos hiper-realistas y por encargo como una obra artística, sino como ilustraciones. Analicemos su obra y las sensaciones que ella nos produce, para sacar nuestras conclusiones.
Cuando comenzamos a recorrer la muestra, lo primero que vemos son ilustraciones de alta calidad y un exquisito dominio del dibujo. Sin embargo, tenemos la sensación de estar a punto de ser quemados por el aliento abrasador de dragones, o de ser seducidos por una esbelta guerrera que deja entrever sus muslos a través de una armadura que apenas la protege. ¿Por qué no nos ocurre lo mismo ante pinturas hiper-realistas de paisajes, animales reposando sobre un pastizal, que nos mueven a decir: Para pintar así, mejor sacar una foto? La respuesta es simple: al mundo mágico que vive dentro de Ciruelo no se lo puede fotografiar. Y así como en una novela de ciencia-ficción es necesario ser muy preciso para que sea verosímil, lo mismo ocurre en el universo de Ciruelo. Su acierto ha sido aplicar el hiper-realismo a sus fantasías épicas, dándole así verosimilitud a lo increíble.
Para lograr la imagen del diablo, distorsiona y une alas de vampiro, cuerpo de mujer, cola y pezuñas. Juega con las líneas de tal manera que no sólo no pierde la gracia de las formas, sino que las potencia. Esto puede lograrse únicamente dominando el dibujo en su máxima expresión.
Repentinamente aparece ante nuestra vista una característica de Ciruelo: conocimiento innato de la valoración. Arriba, en la obra que mostramos, predominan el naranja y amarillo con diferentes valores: desde la gama del rojo-naranja, pasando por el amarillo-naranja, hasta terminar en amarillo.
Y acá aparece otra de sus virtudes: Ciruelo también posee un amplio dominio teórico de los colores. Digo “teórico” porque su daltonismo no le permite distinguir los colores con precisión. Sin embargo, los violáceos que tiñen al dragón evidencian que no fue fortuita la ubicación de los amarillos y naranjas: su gran extensión obliga a fijar la vista en el dragón porque sus violáceos y azulados se intensifican por ser complementarios del amarillo y el naranja, respectivamente.
En la última obra que figura en esta nota, los violetas del cielo, árboles y nieve fijan la vista en el amarillo de la puerta, centro de atención de lo que ocurre con los dos personajes.
(Una breve explicación de la teoría de los colores: el ojo, para autoprotegerse, compensa la recepción del amarillo generando en la retina violeta, mezcla de rojo y azul. Por eso los colores del dragón se ven más violetas de lo que realmente son. Lo mismo ocurre con los otros dos colores-pigmentos primarios: el azul —complementario del naranja, mezcla de rojo y amarillo— y el rojo —complementario del verde, mezcla de azul y amarillo).
Finalmente llegamos a los petropictos, pinturas sobre piedras en las que Ciruelo ha logrado detectar, basándose en las formas de las piedras, imágenes fantásticas que viven dentro de su mundo interior. Creatividad. Creatividad pura lograda gracias al esfuerzo desarrollado durante más de treinta años.
En síntesis: Arte. Arte basado en un mundo mágico, más eso inexplicable que emociona, eso que sólo algunos poseen.
Fuentes
Para la redacción de este artículo he tomado material de la siguiente información:
http://www.dac-editions.com sitio en Internet (Español).
Entrevista a Ciruelo, reseña de su trayectoria y fotos de sus obras.
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